martes, 7 de julio de 2009

El verano toca las puertas


Dinorah Coronado
Foto:cortesia de Carlos Sanchez


Llegó el verano. Con su venida se incrementa el almíbar de la música y de la alegría. La capacidad de divertirse es característica de todo ser humano que posee una personalidad integrada, según el psicólogo americano Allport. Diversión es sinónimo de recreación, entretenimiento, relajación, buen humor, aventura, optimismo, recuperación física y emocional, despliegue de energía, juego, actividad lúdica.
Pensemos en las posibilidades de diversión, prescindiendo del exceso de tragos, de la música alta, del derroche económico, descuido familiar, que crean más caos, desazón e inestabilidad emocional que entretenimiento.
He visto personas disfrutar sus momentos de ocio con una simple botella de agua o un galón de limonada, compartidos con amigos o parientes. Si usted es de las personas que necesita la cafeína de las sodas o gaseosas o el trago diario o semanal para levantar el ánimo, le recuerdo que está dañando su organismo innecesariamente. Demuestre su autodominio o busque ayuda profesional de un médico o de los Alcohólicos Anónimos. Ser buen amigo es promover la buena salud en el otro, no presionar a demostrar que es superior porque consume más alcohol.
La música alta, el ruido afecta sus sistemas auditivos y nerviosos, principalmente. Limite el volumen de su aparato a un nivel de decibeles tolerables; de lo contrario, terminará tenso, o posiblemente sordo. Aleje a los niños de los ambientes excesivamente ruidosos. "El ruido es un contaminante ambiental extremadamente perjudicial y una de las principales causas de estrés. Los sonidos excesivamente fuertes pueden producir, además de pérdida auditiva irreversible, hipertensión arterial, problemas en el aprendizaje, alteraciones del sueño, fatiga, detrimentos en el sistema inmune", nos dice el médico argentino Ignacio Escribano.
Dentro de la algarabía y el bullicio, busquemos un espacio y un tiempo para hallarnos en silencio, en remanso, en paz. El dramaturgo inglés William Shaskepeare apunta en una de sus comedias que "el silencio es el perfecto heraldo de la alegría".
La recreación debe conducirnos a un disfrute total, sin la preocupación de endeudarnos hasta la taza, de que le debemos hasta al médico chino al final de la jornada. Piense en la posibilidad de ahorrar para sus gastos de viajes o proyectos de diversión, antes de tomar prestadas grandes sumas para hacerles creer que usted es el papaúpa de la matica, especialmente cuando viaja a su tierra natal. El malgasto, el derroche, lo conducirán al malestar emocional que produce ira, frustración o depresión.
El entretenimiento debe ser para toda la familia. Los viejos tiempos, quizás no tan viejos, en que se decía que el hombre es de la calle, tiene que dar paso a la vida compartida, a la diversión en familia. Evite crear malestar en el seno de sus congéneres con el desafío de la diversión individual o del desenfreno pasional. Sea cauto.
Cuando hablamos de diversión, no podemos olvidar que el encuentro con la naturaleza es prioritario. Las áreas verdes, los parques y jardines; las caminatas y juegos al aire libre nos revitalizan y nos colman de mayor caudal energético. Dado el torrente de oxígeno que absorbemos, el organismo se desintoxifica; nos renovamos interna y externamente.
Los juegos de mesa (damas, dominó, ajedrez), sin apuestas económicas y con tragos de jugos naturales o agua,preferiblemente, nos facilitan el intercambio amistoso y la comunicación. De modo que si ve la necesidad de discutir algún asunto espinoso o conflictivo, el juego sano, le allanará el camino y lo liberará de tensiones.
Haga su colección de chistes adaptables a cualquier ambiente y anótelos en su libretita de amenidades. Tenga a mano frases memorables, noticias culturales y científicas, así como algún poema de su agrado. De modo que contribuya a crear atmósferas más agradables.
El verano se presta para compartir un buen libro, unas pinceladas en un caballete de pintura, videos de países o películas tranquilas, manualidades sacadas de un manual de biblioteca, el montaje de una obra de teatro; una buena fotografía con poses chéveres de nuestros allegados, grabación de cuentos o resúmenes de libros para compartirlos con otros, aunque sea con las palomas y ardillas.
Quiero hacer un paréntesis para recordar que vigilemos las horas que pasan los hijos frente a los violentos juegos electrónicos y películas violentas. Muchos de los llamados programas infantiles son agresivos y enseñan muy poco. Aunque tomen cierto descanso al principio y al final de sus vacaciones, deben contar con una libreta para escribir crónicas de verano, apuntes de libros, o repaso de matemática, con la ayuda y supervisión de los padres.
Niños, jóvenes, adultos que deseen comunicarme sus experiencias o proyectos para el verano, pueden escribirme al periódico y en una próxima oportunidad las compartimos anónimamente con los demás lectores.
La época estival es un tiempo de sueños de veleros, aventuras relajantes, encuentros amistosos, avivamiento del amor familiar y reflexión de nuestro propio caminar. Sigamos llenando el ambiente con las flores de nuestro enriquecimiento intelectual, con el sabor de la aventura sana, con el aroma de la sonrisa franca y con el sonido tranquilo del caracol que acaricia nuestros oídos. ¡Hagamos de este verano un tiempo de armonía y optimismo!
Espero que disfruten este poema.

Verano es libertad de gaviotas
sábana azul tendida en el corazón
abrazo de mar, risa de caracoles.
Es playa de cariño, limpieza de resquemores
manjar de abrazos cocidos en la eternidad.
Es espejito de la fuente donde el cristal de
tus ojos y los míos reflejan
la mirada de sueños perennes.

2 comentarios:

  1. Gracias, Dinorah, por este artículo tan educativo y edificante. Lo voy a compartir con algunas personas que lo necesitan.

    A propósito, si te enteras de alguna actividad, reunión, celebración o acto, donde yo pueda ir a impartir información sobre el censo del 2010, te agradeceré que me dés la información y el contacto.

    Un abrazo,
    Daniel Abreu (917-653-5878)daniel.abreu@census.gov

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  2. Creo que si usted llama al comisionado de cultura, ese es un buen lugar para una actividad de esa naturaleza.

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