Carta Persa

NY/8/15/10

Querida Esther Abréu.
Mexico D.F
Si al recibo de ésta carta, te encuentras bien, me alegraré mucho.
Sé que te gusta que te escriba sobre mis viajes , por lo que te contaré de mi corto viaje (tan corto como me lo permitiò mi corto tiempo de vacaciones de la ESCUELA DE PERIODISMO DIGITAL, CULTURARTE..

Tras un vuelo breve a Santo Domingo llegué el viernes después del ocaso al hotel, el V Centenario, frente al mar, Republica Dominicana.
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El viento era fresco al atardecer. Veía el mar, o mejor, lo escuchaba frente a mí, avanzando, retrocediendo. Las palmeras sobre la Avenida George Washington se sacudían levemente, como danzando al compass de la bachata que se escuchaba a lo lejos.

“Quisgueya (me encanta refieme a mi isla como Quisqueya, un nombre para la Española usado por los indígenas Taínos que significa «madre de todas las tierras». )

Si preguntas por República Dominicana, seguro que lo primero que piensas son en playas paradisiacas y hoteles / resorts de todo incluido, pero República Dominicana es mucho más que sol y playa. Empezando por Santo Domingo de Guzmán, fundada en 1496 fue la primera ciudad del nuevo mundo, nos abre las puertas a la ruta monumental, con su zona colonial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En ésta corta aventura, confirmé que mi país posee tantas mezclas culturales, parajes naturales y personalidad que vale la pena explorarlo a fondo.

Al otro dia,sabado, fuî a la zona colonial,con un grupo de turistas que estaban impacientes por conocer la zona màs Antigua de la ciudad, por un lado, estaba la Calle La Atarazana, con sus restaurantes, bares y tiendas mirando hacia la plaza, en edificios muy bellos que fueron bodegas durante la Colonia. Las mesas y los paraguas ocupaban gran parte de la acera y tras comernos el tipico plato, “bandera” (arroz blanco, judías, carne en estofado, ensalada de aguacate y patacones), nos quedàmos disfrutando de una Presidente en la helada botella.
Al amanecer siguiente, me prepare para aprovechar el viaje de los turistas y viajamos al complejo turístico de Casa de Campo, a unos minutos, por de La Romana. Durante el viaje el chófer de lel autobus se detuvo una vez en San Pedro de Macorís, en una confitería, donde comimos bizcochos de azúcar prieta, otro tanto de dulce de naranja en almíbar, un poco de flan de batata, gofio, habichuelas con dulce, pudín de nevera, suspiros para lustre, y por supuesto, las clásicas alegrías. ¡Que llenura amiga, y tremendos retorcijones de barriga.
Altos de Chavón . pero no me gusto el contraste entre los pobres muy pobres y los ricos muy ricos (como decîa el professor Juan Bosch), pues tanto vì campos de golf , Picinas, Saunas, gimnasios, Discotecas y “exhibicion de carnes femeninas y masculinas” , como la cara tristes de sus pobladores que no pueden alcanzar ni a oler los “Filetes miñon y mucho menos las champagne que sube burbujeante por los aires y baja juquetonas a mojar las pocas telas que cubren el cuerpo de la mayoria europeas y Americanas.
Amiga, mia creo que me conformé con éstos, dos aspectos, de mi pais una isla turísticamente , con ambiente agradable ,los lujos del paraíso del dinero en las playas en las que rematan los campos de golf.
Dia domingo, regresé a la ciudad de acero “Nueva York”, pensando que mi proximo viaje lo haré a mi tierra pobre pero de belleza no inventada, de bellezas naturales , de mar caribe que bordean sus carreteras y de pieles quemadas por el sol y fortalecidas por el amor a su bendito sur adentro, Enriquillo.
Espero haberte llevado en la imaginaciòn a éste ensoñador viaje.
Tu amiga de infancia,
Miguelina Echavarria.